Las infecciones gastrointestinales son el percance más común entre los turistas a la hora de realizar viajes. Un 49% de los problemas de salud que sufren los viajeros tienen que ver con el país de destino, donde el agua y las costumbres son distintas a las habituales.
De la misma manera que el ciclo de sueño de una persona puede alterarse con los viajes, el ritmo natural de su sistema digestivo — el reloj interno que regula el hambre y los movimientos intestinales —, puede desajustarse.
El ritmo del sistema digestivo, se desajusta cuando uno viaja y especialmente si cruza zonas horarias. De pronto, se está despierto cuando se debería estar durmiendo, y come cuando se supone que se debe estar durmiendo. Esencialmente, su sistema digestivo se confunde por los viajes en avión, y eso puede causarle muchos problemas gastrointestinales.
Los viajes se han relacionado directamente con alteraciones en la microbiota, de hecho, algunos científicos la denominan como el interfaz del cuerpo con el mundo exterior del viajero. Pero sea que viajemos o no; los cambios drásticos en las rutinas, la ingesta de comidas en cantidades poco habituales, en lugares sin las condiciones sanitarias adecuadas, las altas temperaturas, así como la humedad que acelera el proceso de descomposición de los alimentos, repercuten alterando el universo de bacterias que habitan en nuestro intestino e incrementan la posibilidad de trastornos digestivos, diarreas, estreñimiento, intoxicación e infecciones alimentarias.
“Cuando la gente viaja, tiende a tomar muchas bebidas carbonatadas, y bocadillos entre las comidas y, a menudo, tragan sin casi masticar sus comidas, porque tienen prisas por llegar al avión,” dice Hoogerwerf. “Esta forma de comer solo sirve para empeorar los problemas gastrointestinales que ya experimentamos debido al viaje en sí”.
Hoogerwerf recomienda que, cuando se está de viaje, se tomen comidas livianas y también advierte acerca de la ingestión de abundantes bebidas con cafeína. “La gente se atiborra de cafeína para mantenerse despierta durante los viajes largos. Pero la cafeína puede tener muchos efectos secundarios negativos sobre el estómago: acidez, indigestión y puede empeorar la diarrea”.
Los viajes interrumpen muchos de los ritmos naturales del cuerpo, incluida la digestión.
El mayor problema de salud en los viajes son las intoxicaciones, enfermedades y molestias a causa del agua o comida.
Solo es posible beber agua del grifo en 37 países del mundo.
En más de 180 países (casi todos salvo la mayoría de los países más desarrollados) el agua del grifo no es potable. Esto significa que lavarse los dientes con el agua del grifo local o incluso lavarse las manos antes de preparar la comida puede provocar enfermedades.
Recuerda que el agua de los baños de los aviones no es potable. «Lavarse las manos antes de comer o cepillarse los dientes puede introducir microbios nocivos», Lleva una botella de agua mineral al baño para lavarte los dientes y utiliza desinfectante de manos. De lo contrario, podrías tener más papeletas para tener problemas gastrointestinales.
- Hielos en la bebida: De nada sirve que pidáis agua embotellada o un zumo pasteurizado si luego no tenéis cuidado con los hielos. Muchos viajeros acaban pasándolo mal por este tema.
- Cuidado en la ducha: Mismo caso que en el anterior. Si tenéis dudas, cerrad la boca durante la ducha y utilizad todo el jabón que podáis.
Problemas intestinales más frecuentes en los viajes
Diarrea del viajero.
La diarrea del viajero es una infección producida por bacterias, virus o parásitos que afecta al sistema digestivo en situaciones de viaje a zonas exóticas.
Esta patología se atribuye a factores climáticos (zonas con altas temperaturas y elevada humedad) donde los patógenos se desarrollan con mayor facilidad y en los meses de verano.
Los patógenos más frecuentes son los de tipo bacteriano, principalmente E. coli, Campylobacter en el 80-85% de los casos, algunos parásitos como Giardia lamblia o Criptosporidium en un 10% y algunos virus (rotavirus “tipo Norwalk”) en un 5%.
SÍNTOMAS
Entre los síntomas más frecuentes se encuentra una profusa diarrea acuosa, también náuseas y vómitos, calambres intestinales, gases, incluso fiebre o dolor al defecar (en casos sanguinolenta o mucosa, ambos signos nos avisarían de la gravedad de la infección).
Sigue una dieta astringente. Al principio puede bastar con tomar electrólitos y agua, pero después hay que seguir con una dieta a base de agua de arroz, sopa de arroz o de sémola de arroz y zanahoria, manzana o pera hervidas, en tomas frecuentes y en pequeñas cantidades.
La diarrea del viajero puede causar deshidratación severa si no se controla. Bebe agua con electrólitos desde el primer momento. Los electrólitos son sales minerales (magnesio, potasio, calcio…) en forma de preparados solubles, que se toman para reponer los líquidos y minerales que se pierden en caso de diarrea. El cuerpo no puede producirlos, por lo que hay que tomarlos con la dieta, y si no se reponen adecuadamente, pueden llegar a causar deshidratación, calambres, fatiga y mareos.
Si te apetece fruta, lávala con agua embotellada y tómala pelada por ti.
Para evitar la diarrea del viajero sigue la antigua regla: hervirlo, cocinarlo, pelarlo u olvidarlo.
Viajes, Deshidratación
Es crucial que te hidrates en todo momento: además de recuperar líquidos, al beber contribuirás a eliminar las toxinas de tu cuerpo. Es recomendable tomar bebidas isotónicas, para recuperar sales y minerales perdidos por la deshidratación.
Si viajas en avión, eso aumenta automáticamente las necesidades de hidratación por motivos de altura, junto con el estrés típico de los viajes, hacen que perdamos agua mucho más rápido de lo normal. Y, por último, obedece a que cuando viajamos a países con bacterias a las que nuestro cuerpo no está acostumbrado, puede hacer que nos sintamos deshidratados.
Algunas personas que viajan en automóvil tienden a no beber agua por temor a no poder encontrar un baño y abandonan hidratarse bien por el camino.
El mejor antídoto de la deshidratación es el agua, así que hay que beberla con frecuencia.
LAS ALERGIAS ALIMENTARIAS
La cifra de intoxicaciones alimentarias se dispara en verano.
Las alergias son otro motivo habitual por el que se visita la consulta del médico en verano. En este sentido, la fruta dulce típica de esta época del año es una de los principales causantes de reacciones alérgicas, sobre todo entre los niños. La alergóloga del Hospital HM Nens de Barcelona, la doctora Karolina Esponda, explica que «el melocotón, el melón y la sandía son las frutas que suelen generar más alergias». En el caso del melocotón, explica, pueden ser por contacto o al ingerirlo y se manifiestan con ronchas o picores al tocarlo o rojeces alrededor de la boca o en todo el cuerpo después de comerlo; mientras que el melón o la sandía pueden conllevar picor en la boca al tomarlos».
Las alergias alimentarias se han duplicado en los últimos diez años y ya afectan a más de dos millones de personas en España.
Si se viaja a un lugar extranjero del que se desconoce la lengua y la gastronomía, el viajero puede acudir a la página web de Selectwisely y solicitar una cartilla informativa, que informa con ayuda de dibujos sobre los alimentos a los que el viajero es alérgico y que es conveniente mostrar en restaurantes y tiendas.
Indigestión.
Esta aparece porque de alguna forma tu aparato digestivo ya está familiarizado con ciertos alimentos, tipos de preparaciones o ingredientes. Entonces, cualquier cambio podrá desencadenar dolor, gas o síntomas como acidez o reflujo.
Digenzyme AB Complex, son enzimas digestivas con ácido clorhídrico que mantiene el pH necesario para que el estómago realice su función, enzimas vegetales con una alta biodisponibilidad, que llegan activas al intestino delgado, combinadas con enzimas que se encuentran en ciertos alimentos como la papaya (contiene papaína), la piña (gran fuente de bromelina, que actúa como una ayuda para la ingestión, además también ayuda a disminuir la inflamación).
Sus virtudes están ligadas a ser una gran ayuda para evitar:
• Hinchazón en el vientre, reflujo, acidez, sensación de no digerir la comida, diarrea, estreñimiento, cansancio, ansiedad, alivian la indigestión, alivian el dolor y la hinchazón, eliminan las infecciones causadas por los microbios e intolerancia a la fructosa y lactosa
Cuando tu estómago va de viaje, protégelo con el poder curativo de la naturaleza.
Cuando tenemos una flora bacteriana fuerte y bien nutrida, evitamos que las bacterias se adhieran a la mucosa del estómago o el intestino. Por lo tanto, es recomendable consumir probióticos como parte de la rutina diaria de cuidados.
Como no siempre es posible controlar todos los factores que llevan a una intoxicación y a la consiguiente y muy molesta deshidratación, este tipo de productos ayudan a una recuperación más rápida de la flora bacteriana dañada, y eso implica que el período post intoxicación es menos molesto y más corto.
VIAJES CON PROBIÓTICOS
Los probióticos son microrganismos vivos que administrados adecuadamente restauraran nuestra flora intestinal. Nos pueden ayudar tanto en la prevención como en el tratamiento, tanto del estreñimiento como de las diarreas, bien sean infecciosas o no.
Debemos tener a mano siempre probióticos, ya que su uso nos proporcionará un beneficio a la hora de regular las alteraciones intestinales.
No da lo mismo cualquier suplemento probiótico.
PROBIOTRAVEL 20
Probiótico multicepa que contiene 12 cepas, identificadas y respaldadas en sus efectos benéficos, con 20 mil millones de Unidades Formadoras de Colonias (UFC). Desarrollado para reponer rápidamente las bacterias beneficiosas en todo el tracto gastrointestinal, en situaciones posteriores a cuadros de estrés o cambios de alimentación por viajes, lo que contribuye a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal y regular el tránsito intestinal.
Tratamiento preventivo para evitar la diarrea durante los viajes, ya que puede ayudar a mantener el equilibrio de bacterias en el tracto digestivo.
Para que los probióticos hagan su efecto, deben ser capaces de superar todas las secreciones gastrointestinales, incluyendo la acidez del estómago, llegar vivos y adherirse a la pared intestinal para ejercer su acción.
Este verano es el momento ideal para cuidar nuestra salud gastrointestinal y disfrutar al máximo de esta época, llevando una dieta equilibrada que incluya los probióticos adecuados como Probiotravel 20.
FOS COMPLEX
Recientemente se ha probado en un estudio observacional con 264 viajeros, un simbiótico especialmente desarrollado para viajeros de larga distancia.
Con 4 cepas bacterianas científicamente probadas y una combinación prebiótica especialmente adaptada para prevenir la aparición de bacterias nocivas, con efecto osmótico, captan el agua aportando humedad al intestino, e hinojo y alcachofa, para regular el tránsito intestinal y eliminar los gases generados, siendo de gran ayuda en reducir las molestias gastrointestinales existentes.
En Egipto, el país con la mayor probabilidad de diarrea del viajero (≥ 80 %), incluso más del 90 % de los viajeros se vieron protegidos por el simbiótico. Además, las molestias gastrointestinales preexistentes (estreñimiento, flatulencia y diarrea) mejoraron en el 95 % de los afectados.
Los resultados del estudio muestran claramente que la ingesta preventiva de simbióticos cuando se viaja es muy recomendable, especialmente para evitar complicaciones como las enfermedades funcionales intestinales.
¡Más vale prevenir que curar en los viajes!
L- GLUTAMINA
Para reducir la inflamación intestinal, puedes consumir L-Glutamina. Este aminoácido restablecerá el equilibrio después de una infección alimentaria.
Evitando síntomas muy molestos como: flatulencias, hinchazón abdominal, estreñimiento, diarrea, malestar después de las comidas o a lo largo del día. La glutamina protege el revestimiento de los intestinos, de la mucosa del estómago, evitando su irritación y previniendo de infecciones.
En Airbiotic contamos con la fórmula en polvo de L-Glutamina, se trata de un potente suplemento que ayuda a proteger o reparar el daño al recubrimiento intestinal, con efecto restaurador. Su administración es fácil y cómoda, agregándolo a un vaso de agua o zumo. La L-Glutamina es bien tolerada, incluso a altas dosis.
Conclusión
A pesar de que muchas veces el viajero se siente tan atraído por conocer otras culturas, gentes y parajes, no presta el mayor cuidado a los riesgos que puede entrañar para su salud habitar en otro ambiente. Disfruta del viaje, pero no olvides vigilar tu salud, tu cuerpo lo agradecerá alcanzando ese bienestar físico y mental tan preciado.
La diarrea y los vómitos son la respuesta inmunitaria natural del organismo para expulsar toxinas.
Consumir bebidas embotelladas, buenas prácticas de higiene y lavado de manos. No consumir alimentos de dudoso origen o tratamiento.
La prevención es la única que no debe hacer vacaciones.
Además de las medidas de higiene, es aconsejable que en la maleta, además de analgésicos, tiritas y todo lo fundamental para disfrutar de tus vacaciones, llevemos probióticos o simbióticos y tomarlos ante las primeras alteraciones intestinales, o si eres propenso, úsalos desde el primer día como preventivos.
Relajarse, Cuidarse y Divertirse, sólo hay que tomar las medidas correctas.
No hay nada mejor que poder reunir todos los recuerdos de un viaje, y que no haya ninguno desagradable.
“Viajar es cambiarle la ropa al alma”.
Airbiotic os desea:
”FELICES VACACIONES, Y NOS VEMOS A LA VUELTA”.