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Alergia al sol. Causas, síntomas y remedios caseros para tratarla

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Con la llegada del verano aumenta tu exposición al sol, algo que, de forma controlada, puede resultar beneficioso para aumentar la síntesis de vitamina D. Sin embargo, si sufres de alergia al sol, quizá esta época del año no sea tu favorita.

Lo cierto es que cada año aumenta el número de pacientes que acuden a las consultas de los dermatólogos a causa de los molestos síntomas que ocasiona la alergia al sol. Se calcula que cada año un 10% más de personas acuden a su médico por esta causa.

Qué es la alergia al sol 

Lo que solemos llamar alergia al sol es un amplio grupo de fenómenos que ocasionan una respuesta cutánea anormal, que es producida, desencadenada o agravada por una exposición a la luz solar que, en términos generales, puede considerarse normal.

Estos procesos se denominan en conjunto foto sensibilidad o fotodermatosis y engloban patologías muy variadas respecto a la gravedad, la causa que las provoca, cómo se desarrollan, el tratamiento necesario, etc…

Algunas de estas patologías, como por ejemplo la erupción solar polimorfa, pueden ser consideradas frecuentes, aunque no son estrictamente una alergia al sol, ya que no se trata de un mecanismo alergénico sino de reacciones inmunológicas excesivas que requieren de la exposición a la luz para su aparición.

En este grupo se incluyen las foto dermatitis, ocasionadas por sustancias ingeridas o aplicadas que son foto sensibilizantes y que, como consecuencia, producen reacciones de  hipersensibilidad tras exposición al sol. Al conjunto de estas patologías se las denomina técnicamente dermatitis foto alérgicas de contacto.

Es en la época estival cuando la piel se encuentra más expuesta a la radiación solar y cuando hay mayor probabilidad de que aparezca alguna reacción a los rayos solares que son más intensos en verano y, por lo tanto, tienen mayores efectos sobre tu piel.

Síntomas de la alergia al sol 

La fotodermatosis incluye cualquier patología de la piel en cuya génesis o formación interviene la exposición al sol. Estas son las tres alteraciones dermatológicas más frecuentes que pueden aparecer a causa de una alergia al sol.

Erupción polimorfa solar

Es la más frecuente y suele afectar más a las mujeres jóvenes que a los hombres. Comienza a aparecer en primavera y en verano sobre todo en la zona del escote y de la cara que son las zonas más expuestas al sol.

Aparecen pequeñas elevaciones en la piel de color rojizo y de forma circular que miden entre 1 y 3 mm de diámetro y se van multiplicando en cantidad.

Suelen aparecer a las pocas horas de haber estado expuesta al sol, aunque no hayas estado en la piscina o en la playa. El simple hecho de caminar por la calle y de llevar esa zona de tu cuerpo al descubierto puede desencadenarlo.

Urticaria solar

Esta reacción es menos frecuente que la anterior y las lesiones que provoca en la piel son diferentes.

Los pequeños abultamientos en la piel son un poco más grandes que en el anterior caso, son similares a los que aparecen después de una picadura de mosquito y no tienen que situarse necesariamente en las zonas expuestas al sol sino en cualquier otro lugar del cuerpo.

Este tipo de alergia al sol afecta tanto a hombres como a mujeres y las lesiones aparecen a los pocos minutos de exponer tu piel al sol.

Prurigo actínico

Es el menos frecuente de todos los casos de alergia al sol y es específico de las pieles de las personas mayores.

Se produce por una reacción exagerada de la piel a la radiación solar y los síntomas están asociados a un engrosamiento de la piel y que además se vuelve de un color rojizo intenso.

Aunque las causas exactas que desencadenan la alergia al sol aún son desconocidas siempre aparecen después de haberse expuesto a la radiación solar. El primer síntoma es el típico picor en la zona de la cara, el escote, los brazos, el dorso de las manos y ocasionalmente en otras zonas del cuerpo. Posteriormente, aparecen las lesiones cutáneas.

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Cómo tratar la alergia al sol. Remedios caseros 

Si sospechas que sufres esta alergia, lo más acertado es que visites a tu médico para que pueda descartar que los síntomas que presentas los está causando alguna otra enfermedad o que se deben a una posible reacción de algún medicamento que estás tomando y que te está creando un cuadro de foto sensibilidad.

En el caso de padecerla, toma nota de los siguientes consejos que te pueden ayudar a la hora de evitar sus molestos síntomas.

Prevenir es curar

La mejor cura siempre es la prevención y en los casos leves de alergia al sol lo ideal es que evites la exposición directa a la luz ultravioleta de los rayos solares usando un filtro solar que tenga un índice de protección 50.

Recuerda no exponerte al sol en las horas de mayor radiación, evita hacerlo entre las 12.00h y las 16.00h y de esta forma no solo estarás evitando los molestos síntomas de la alergia al sol sino que también te estarás protegiendo de otros efectos nocivos que puede tener la radiación solar sobre tu piel.

Además de usar un protector solar, recuerda cubrir tu cuerpo con ropa de color claro, mantenerte bien hidratada y permanecer a la sombra siempre que sea posible.

Protege tu piel desde dentro

Para tener una piel sana y bella no siempre es suficiente aplicarte alguna crema hidratante. La salud comienza en tu interior y para conseguirlo puedes empezar a proteger tu piel para que cuando llegue el verano, esté menos sensible a la radiación solar con complementos alimenticios.

Existen sustancias naturales como el colágeno, la vitamina E o los antioxidantes que se encargan de mantener tu piel protegida de los efectos nocivos del sol, de los radicales libres que provocan un envejecimiento prematuro y de posibles ataques externos.

Deja los cosméticos en casa

Aunque los cosméticos y los productos de higiene personal no son los causantes de la alergia al sol usarlos en exceso en verano o cuando vayas a la playa o a la piscina no es la mejor opción.

Por un lado pueden provocar foto sensibilidad, una reacción en tu piel que puede ocasionar unas manchas de color blanco de diferentes tamaños y por otro lado el uso de perfumes, desodorantes o cosméticos empeorarán los síntomas de la alergia al sol provocando más picor en tu piel. ¡Que en tu piel solo haya un buen protector solar!

Alivia la alergia al sol de forma natural 

Si sufres de alergia al sol es normal que busques aliviar los síntomas de forma rápida pero no es necesario que recurras siempre a los antihistamínicos o corticoides. Puedes recurrir a otras soluciones más naturales y sin efectos secundarios.

Aloe vera

Puedes conseguir gel de aloe vera puro en las farmacias o en los herbolarios, si lo encuentras ecológico mucho mejor. Si quieres que sus propiedades te ayuden a calmar el picor de la piel, el enrojecimiento y conseguir un efecto casi inmediato, elige aloe vera puro, sin ningún otro componente.

El aloe vera se trata de la pulpa de una planta usada desde la antigüedad para calmar la piel, regenerarla, protegerla, evitar infecciones por heridas y para que las heridas cicatricen rápidamente. Un truco: guarda el bote de gel de aloe vera en la nevera y tendrás un plus a la hora de calmar tu piel.

Pepino y tomate

¿Quién diría que estas dos verduras se convertirían en tus aliadas para calmar los síntomas de la alergia al sol? Tanto el pepino como el tomate contienen compuestos que protegen tu piel y ayudan a aliviar los síntomas provocados por la radiación solar.

Puedes triturarlos juntos o por separado y aplicar su pulpa sobre la zona afectada. Deja que actúe unos minutos hasta que la pulpa pierda humedad y luego aclara con agua fría.

Puedes repetir la operación tantas veces como sea necesario, siempre y cuando no tengas alergia ni al pepino ni al tomate.

Compresas de agua termal

Varias marcas de cosmética han lanzado al mercado su línea de agua termal. Se trata de un agua muy pura enriquecida con minerales y con un PH similar al de la piel.

Son aptas para pieles sensibles y con problemas de alergias y una de sus propiedades es la de calmar las pieles irritadas. Puedes usarlas pulverizando una pequeña bruma sobre la zona afectada o mojando un paño limpio y colocándolo sobre las lesiones a modo de compresas.

Como en el caso del aloe vera, si lo guardas en la nevera a la hora de aplicarlo sobre tu piel, el frío ayudará a calmar el picor más rápidamente.

Los síntomas de la alergia al sol son muy molestos y en la mayoría de los casos se trata de una patología que con el tiempo suele remitir y tiende a desaparecer. Siempre es aconsejable que acudas a un especialista para que valore tu caso en particular.

Si un mes antes de la llegada del verano comienzas a preparar tu piel desde el interior, utilizas protección solar que tenga un alto índice de protección y tienes siempre a mano alguno de los remedios caseros para tratar sus síntomas, la alergia al sol empezará dejar de ser un problema con la llegada del verano.

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