¿Qué es el Psoas?
Es un músculo ancho y plano que tiene ramificaciones hacia ambos lados de las vértebras inferiores.
El llevar una vida sedentaria, pasar horas sentados o no mantener una postura correcta, suele acortar este músculo o provocar tensión.
Los orientales lo consideran como la «Sede del Alma» o «El músculo de la felicidad».
¿Por qué?
Porque un ritmo de vida acelerado, con estrés y donde se disparan los niveles de adrenalina, mantienen en tensión de forma crónica el músculo Psoas y esta tirantez, crea problemas estructurales en la columna, oprime los órganos internos, presiona los nervios y constriñe el diafragma.
Si llevamos una vida relajada, feliz y serena, este músculo también estará relajado y cumplirá la función de sostenernos en pie.
Si nuestra Alma está feliz, el Psoas también lo estará ya que este músculo, encarna nuestro instinto de supervivencia, nos mantiene erguidos y dando pasos seguros hacia nuestra meta.
Sería como el núcleo que nos conecta a la tierra, nos permite crear un soporte firme y equilibrado desde el centro de nuestra pelvis. Así, la columna vertebral se alarga y a través de ella, puede fluir toda nuestra vitalidad.
Muchos síntomas pueden estar asociados a alteraciones en el correcto funcionamiento del Psoas:
- Dolores de cintura o lumbares
- Problemas de espalda
- Alteraciones en la respiración
- Disminución de la vitalidad
- Ansiedad o apatía
Las emociones influyen en el cuerpo físico y cuando estamos en tensión de forma continuada, este músculo envía al cuerpo señales de peligro, se pone en marcha el mecanismo de «supervivencia» y puede llegar a agotar las suprarrenales y el sistema inmunológico.
¿Quién diría que gran parte de nuestra felicidad y bienestar, estaría ligada a un músculo?