Leches vegetales o más exactamente, bebidas vegetales. Son una buena alternativa a la leche de origen animal, se digieren fácilmente al no contener lactosa, son aptas para las personas que tengan intolerancia o alergia a esa sustancia, están llenas de nutrientes debido a que se elaboran básicamente con frutos secos y algunos cereales. Ricas en grasas saludables, vitaminas y minerales y además, se pueden combinar muy bien entre sí para disfrutar de sabores nuevos y adaptarlas al gusto de cada uno. Preparar estas leches vegetales en casa es muy fácil y así, evitaremos algunas preparaciones comerciales a las que les añaden grandes cantidades de azúcar, aceites o espesantes.
Para preparar una leche vegetal de forma casera, solo es necesario dejar en remojo 3/4 taza de las semillas, cereales o frutos secos elegidos durante 3 horas como mínimo. Este proceso activa las enzimas del alimento y elimina una sustancia que se encuentra en algunas semillas que amargan la preparación. Se descarta el agua y se trituran con un litro de agua, pudiendo añadir alguna especie para darle más sabor: canela, cacao puro, vainilla o coco rallado por ejemplo. Se cuela con una malla muy fina, se embotella y en el frigorífico se mantiene perfecta durante 3 o 4 días.
Cada vez hay más información sobre intolerancias o alergias a los lácteos y las leches vegetales son una excelente opción. Se pueden usar para todo tipo de preparaciones, tanto dulces como saladas, para beber en reemplazo de la leche animal, para batidos, repostería, helados, incluso para preparar salsas. Habrá que tener en cuenta el sabor de la leche vegetal que se ha elegido o si la preparación es casera, lo mejor es prepararla de sabor neutro y a la hora de beber, añadirle algún sabor en particular.
Leches Vegetales
Se pueden preparar o comprar leches vegetales de diferentes frutos secos, semillas o cereales, sabores diversos o múltiples combinaciones. Cada una de las leches vegetales, destaca no solo por un sabor característico sino por sus diferentes propiedades nutricionales. Veamos algunas de ellas:
- Leche de arroz: Tiene un suave sabor dulzón, ligera y ayuda en los procesos digestivos, en casos de diarreas o gastritis.
- Leche de Quinoa: No contiene gluten, es uno de los cereales con más proteínas vegetales, aporta fibra, magnesio, ácidos grasos y ayuda a regular el colesterol.
- Leche de Almendras o Avellanas: Destacan por el aporte de proteínas vegetales y Calcio. Beneficiosa para el sistema respiratorio y regula el colesterol.
- Leche de sésamo: Es energética, rica en Calcio y minerales. Regula el estreñimiento y equilibra el sistema nervioso.
- Leche de Avena: Muy digestiva, de sabor suave, también aporta fibra y es la que más relaja el sistema nervioso.
- Leche de Espelta: Es una variedad de trigo, mucho más digestivo pero que sí contiene gluten, aunque en menor cantidad. Aporta proteínas, ácidos grasos esenciales, reduce el estrés y favorece el buen funcionamiento intestinal.
Teniendo en cuenta que el 25% de las alergias infantiles son a la lactosa y que muchas personas tienen intolerancia o cierta incapacidad de producir la suficiente lactasa, una enzima encargada de digerir la lactosa, no es de extrañar que el consumo de las leches vegetales sea cada vez mayor incluso, por personas que han optado por reemplazar los productos lácteos por otros más saludables, al margen de las alergias o intolerancias.