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Airbiotic en el Panda Raid 2016. II Parte

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Segunda parte de la experiencia del Panda Raid 2016, vivida desde dentro gracias al relato de Andrés Mas, uno de los pilotos del equipo The Panders Airbiotic. Así continúa su relato:

… Y aunque se hayan preparado a conciencia, a un Panda o a un Marbella con más años que Matusalén, le puede pasar cualquier cosa cuando se trata de sortear mil y un obstáculos en tierra hostil. El Team Airbiotic iba preparado. Incluso realizó unos test antes de partir realizando casi 500 km por carretera y 50 por caminos. Sin embargo en España no hay nada que se parezca a las duras pistas marroquíes, muchas de ellas testigos de míticas pruebas de rallye Raid, y ese territorio de una belleza inolvidable pero de una dureza salvaje para con los Panditas, consiguió desvencijar a uno de los miembros del equipo.

Antes de que llegaran los problemas más gordos al coche 202, el único Panda 4×4 del equipo, con el dorsal 200, gripa el Alternador. Eliminando la correa y corriendo el riesgo de agotar la batería, el grupo superó el segundo tramo con pistas nevadas y con una temperatura bajo cero en pleno Atlas, hasta llegar a la aldea de Timahadite, donde otro participante se detiene y le presta un alternador que un mecánico local al que sacan de la cama, adapta tras probar no menos de 4 correas de diferentes longitudes. Ha empleado algo más de una hora y al finalizar, le da hasta un poco de vergüenza pedirnos 100 dirhams, el equivalente a 10 euros. Se los damos con gusto junto con unas cuantas cervezas que nos piden casi en secreto y seguimos el camino. Pero los problemas no han hecho más que empezar para el equipo ya que el Fiat Panda numero 202 no deja de dar disgustos.

Primero fue un taco de suspensión del motor en el primer tramo, que se arregla con cinchas y mucha maña. Después problemas de carburación, después de cambio, otra vez de sujeción del motor, amortiguador trasero… La filosofía del Panda Raid es la de realizar un Raid a la antigua usanza, en el que se potencia la ayuda entre equipos. Y hasta que al Panda número 202 no tuvieron más remedio que remolcarle tras numerosas paradas y largas esperas hasta que llegaba el coche escoba con los mecánicos, el Team Aribiotic permaneció unido a sabiendas que bajaríamos en la clasificación e incluso, que corríamos el riesgo de ser descalificados por acumulación de penalizaciones. Pero una de las cosas buenas de esta prueba es que aun descalificados los participantes pueden seguir cubriendo etapas y formando parte de la caravana. Además, esta vez sí que se cumple a rajatabla ese dicho que habla de que lo importante es participar…y sobre todo terminar.

Y si no que se lo digan a los que casi llegando a Algeciras tras tomar la salida en Madrid, rompieron el motor de su Marbella. Pero se las arreglaron para meter el coche en el barco con un motor en el maletero que encontraron por 350 euros. Una vez en Tánger, contrataron una grúa que por 60 euros les llevó el coche al taller donde tres mecánicos trabajaron 7 horas por 100 euros hasta que el coche pudo seguir camino y unirse a la caravana.

Los campamentos de cada noche tienen un increíble ambiente en la zona del camión de asistencia donde entre 8 y 12 mecánicos marroquíes, se encargan de arreglar como mejor pueden los desperfectos de los “heridos” de cada día. La primera noche pudimos contar sólo 6 o 7 coches, pero tras las jornadas más duras, el camión de asistencia aparecía rodeado de no menos de 15 o 20 coches con problemas variopintos…

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